Para empezar, no queremos generalizar. No todos los gatos son iguales. Incluso aunque sean gatos de la misma raza y esta tenga fama de ser muy sociable, cada felino es un mundo. Ellos no son como los perros, no tienen la domesticación y la devoción por los humanos en su ADN, por lo que muchos de ellos solo se acercarán a ti si sienten que te lo mereces.
En este artículo vamos a tratar este tema: dónde acariciarlos para que se deje, cómo encontrar el momento y si tenemos que preocuparnos en caso de que sientes que te tiene miedo. Como siempre recuerda que tienes un banner en la parte superior de este artículo que te dará contacto directo con los veterinarios y etólogos de Barkibu. No siempre es fácil entender a nuestro gato, nosotros te ayudamos a que sí lo sea.
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Como hemos dicho al principio del artículo, los gatos no son perros y juzgarlos del mismo modo es un error. El gato quiere de ti tu sustento, vivir en tu casa y que lo cuides. Para él, de primeras, tú eres su humano y luego ya irá viendo si también te quiere o te muestra afecto. Es importante entender esta filosofía. A veces, para que un gato quiera que lo acaricies, y se relaje hasta el punto de que te lo permita, tiene que creer que no lo deseas.
Muchos cuidadores creen entender a su gato y se lanzan a acariciarlo a la mínima ocasión o se creen que siempre que lo cojan y lo tumben en su regazo ellos van a responder con afecto. Eso es un error. Para que un gato se deje acariciar, él tiene que darnos señales de que desea mimos. ¿Y cuáles son?
Todos estos gestos on señales de afecto de tu gato que te dicen que sí, que quiere tu cariño. ¿Qué tienes que hacer cuando te da pistas de que quiere tu amor? Pues saber dónde puedes tocarlo y dónde no. Mira el vídeo que te dejamos a continuación, te dará las pistas que necesitas.
Los gatos son depredadores, son felinos cazadores, por lo que aunque te digan que puedes tocarlos, que ni se te ocurra hacerlos sentir desprotegidos. Esto quiere decir que nunca, nunca, nunca, le acaricies:
Odian estos contactos tanto como el pepinillo o el limón. Sin embargo, sí que suelen aceptar por lo general que les acaricies en:
¿Esto quiere decir que ningún gato desea que le acaricies la panza? No, algunos gatos sí que disfrutan de este mimo, pero tienes que dejar que sea él el que te lo pida. Con un gato siempre es mejor esperar a que él dé el primer paso.
Mucho cuidado con este tipo de reacciones por parte de tu gato. A veces, nos puede dar la impresión de que tu gato reacciona de forma exagerada a tu afecto, huyendo, chillando e incluso de forma agresiva, ¿es porque te tiene miedo? No exactamente. Un gato puede reaccionar de esta forma si:
Siempre que hayas tenido cuidado, que hayas esperado a que él se acerque a ti, pero que él reacciona de una forma que no tiene sentido: gritando, bufando y apartándose, es muy posible que se haya hecho daño en el cuerpo.
En esta situación, lo mejor es que examines la zona en busca de una herida o de un moratón. Si no ves nada, ve al veterinario, porque puede que todo este comportamiento se deba a un dolor que tienes que ayudar a que sane.
Ten cuidado con el tema de los besos pues muchos animales no son capaces de intepretar bien este tipo de contacto. Las caricias o los mimos más físicos sí los comprenden, pero estos besos pueden hacerle reaccionar mal.
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