¿Tu perro no te obedece cuando lo llamas, no viene y te cuesta que aprenda cosas como que no muerda, que te dé la pata o que te haga caso? Hay un método muy sencillo de explicar pero que te requerirá invertir tiempo, esfuerzo y cariño para que funcione.
Si quieres que tu perro te obedezca solo a ti y no a otras personas, estando tu voz y tus indicaciones por encima de las demás, sigue leyendo porque te contaremos cómo conseguirlo
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La educación de un perro es muy sencilla pero a la vez muy compleja. En parte es cómo educar a un bebé. Los perros no responden bien a la violencia, al miedo, a la intimidación y al enfado. Ni te imaginas la cantidad de perros que están en refugios con traumas por cuidadores que les han gritado e incluso pegado para que aprendieran a dar la pata o a hacer caso.
Si actúas así, a la vieja usanza, solo lograrás su rechazo y que no te haga caso. Llegará un momento que da igual que lo llames o quieras acariciarlo, siempre te rehuirá.
Las claves para ganarte el afecto de un perro, su devoción y atención son dos:
Piensa en ti mismo, ¿no hay personas en tu vida que te ponen nerviosas simplemente al ver su nombre en el móvil porque te están llamando? Si tu perro relaciona tu llamada con el castigo, jamás te hará caso. Cuando lo llamas no puede ser solo para castigarlo u obligarlo a hacer algo, también para jugar.
Si no va a ti es porque cree que va a sufrir al acercarse a ti. Lo que tienes que hacer es cambiar de dinámica. Llénate los bolsillos de cosas ricas para ellos. Te recomendamos algún snack natural o piezas de fruta que sí pueda comer.
Cuando vayas a llamarlo para algo, sea bueno o malo, celebra que ha llegado con una carantoña o con algo de comida. Esto se llama refuerzo positivo porque estás reforzando una conducta suya que quieres que repita.
Esto es algo que no tienes que hacer solo un día, sino a diario. Aprovecha esta oportunidad para aportar a su dieta nutrientes que necesita, pero siempre sin pasarte. Un perro no puede comer demasiadas gominolas ni más de un 10% de fruta o verduras, podrías provocarle diarrea.
El refuerzo positivo sirve para conseguir que deje de tener comportamientos como estos. En muchas ocasiones, estas actitudes son por un exceso de energía, a lo que viene nuestro segundo consejo.
Instaura en tu casa una serie de juegos. Escóndete, llámalo para que te persiga y dale una caricia. Corre con él. Sal a la calle y jugad a que recoja algo que tiras lejos. Llámalo constantemente para generar un vínculo entre vosotros como parte del juego.
De esta forma, cuando le llames no sabrá si es por algo bueno, porque necesitas enseñarle algo o porque te hace falta regañarlo. Poco a poco, irá haciéndote caso siempre que las situaciones positivas superen a las negativas
El refuerzo positivo y conseguir una buena conexión con tu perro a través del juego y la confianza es la base para extender vuestro ocio a aprender estos trucos. Tu perro quiere hacerte caso porque necesita jugar.
El juego es la herramienta de comunicación y de aprendizaje más poderosa. Ha servido a las sociedades a formarse y a entenderse. Con el juego puedes establecer reglas de relación que llevar luego a vuestro día a día. Jugando, con refuerzo positivo y con paciencia, conseguirás que te haga caso.
Recuerda que estos no son más que consejos. Un etólogo es un experto en comportamiento canino y te asesorará. En este artículo hemos pasado muy por encima de qué hacer para que un perro no muerda. Si este es tu caso, queremos recomendarte que acudas a un experto en comportamiento animal.
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