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Mi perro cojea de la pata delantera pero no le duele, ¿por qué?

Un perro puede quejarse de dolor en la pata al levantarse tras dormir, temblando y cojeando. Puede levantar la pierna y manifestar dolor o no o parecer que le ha dado un tirón. Sea como sea, tanto si crees que le duele la pata cuando cojea como si no, tienes que saber a qué te arriesgas.

Las patas no son solo una extremidad con músculo y hueso, son una masa de nervios y articulaciones que sufren y que nos hablan de su estado nervioso o de si le están afectando enfermedades articulares graves que se manifiestan en las patas. En este artículo vamos a repasar todo lo que le puede estar ocurriendo en función de los síntomas, pero sigue nuestra recomendación y ve al veterinario.

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Mi perro cojea de la pata delantera derecha y no le duele

Que no te parezca que le está doliendo no quiere decir que no le duela. La falta de dolor evidente puede indicarnos que no tiene una lesión. En algunos casos, algunos perros pueden desarrollar un tumor benigno o maligno que se adhiere a los músculos o a los huesos. En principio no les duele porque crecen muy lentamente, pero sí que les molesta, levantando la pierna.

Tienes que actuar rápidamente para que lo analicen y descarten que se trata de un cáncer. La falta de ánimo y no tener ganas de jugar también pueden ser sintomático de esta enfermedad.

Mi perro cojea de una pata delantera cuando se levanta

Si cuando toca el suelo, levanta la pata automáticamente, es por un reflejo doloroso. Algo le molesta en la pierna y lo más posible es que sea una lesión. Las más comunes son:

Quemadura en las almohadillas: si hace mucho calor en la calle y pisa el asfalto caliente, se abrasará y le molestará mucho al pisar.
Un traumatismo o golpe fuerte: si ha recibido un impacto en la pata, puede que tenga una lesión que le molesta mucho y se percata de ella al pisar
Se le ha clavado algún objeto: si no tienes la casa demasiado limpia, puede que se haya clavado algún cristal o alguna piedrita del camino. Si no actúas a tiempo, esta herida tan sencilla podría infectarse.

Mi perro se ha hecho daño en una pata, ¿qué hago?

Si tu perro se ha hecho daño, dándose un golpe y se queja, no vayas a casa, tienes que ir al médico pues corres el riesgo de que haya producido una fractura abierta, que tiene riesgo de contraer una infección. El veterinario le hará una radiografía y es posible que tu perro necesite una cirugía.

Para llevarlo al veterinario, lo mejor es que uses una superficie plana para transportarlo, como un tablón e incluso el interior de un cajón si cabe. Tranquilízalo, intenta que no se ponga nervioso e inmoviliza la zona siempre dentro de tus posibilidades.

Mi perro levanta la pata delantera, ¿está bien?

Si tu perro hace este gesto tan característico, lo más posible es que esté sufriendo. Aunque no veas ninguna lesión, puede que la herida sea interna o que tenga algún problema articular u óseo. Llévalo al veterinario para que inicie el procedimiento habitual.

Mi perro cojea de una pata trasera y tiembla

El temblor o los movimientos involuntarios pueden deberse o bien a los nervios de haber sufrido un traumatismo o a un problema derivado de una enfermedad. Algunas de las más habituales son:

Moquillo nervioso: el virus del moquillo ataca al sistema nervioso, provocando inflamaciones en las piernas, temblores e incluso incapacitación.
Leishmanioisis: esta enfermedad, provocada por la picadura de un insecto que abunda en zonas húmedas, puede llegar a provocar dolor en las articulaciones, temblores y cojera
Envenenamiento: si tu perro ha sufrido envenenamiento, temblará y también cojeará, tanto en las patas traseras como las delanteras
Artrosis: a causa de la edad, sus articulaciones sufrirán. Es habitual en perros mayores, verás que buscan el calorcito y cada vez se mueven menos. Por la dificultad al moverse, es posible que hagan algún temblor.

Mi perro cojea al levantarse de dormir, de repente

Puede tener problemas articulares, pues al estar la articulación fría por no moverla durante la noche, le cuesta ponerse en marcha. Esto es muy habitual en perros mayores o en los que por algún tipo de característica congénita no tengan perfectamente desarrolladas sus capacidades motoras.

Como esperamos que te haya quedado claro, la cojera de un perro no es para tomársela a guasa, puede degenerar en una infección por una fractura abierta, ser síntoma de una enfermedad grave como el moquillo nervioso o revelarnos que la edad de nuestro perrete es ya avanzada. Acude al veterinario.

Resumen: