Hoy vamos a resolver a las preguntas más frecuentes de por qué tu perro no te hace caso cuando lo sueltas en el parque o en la calle, lo llamas y no te atiende o hay otros perros en su entorno a los que presta más atención que a ti.
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Esta es la primera pregunta que más se nos formula: ¿por qué cuando paseas con tu perro parece que prefiere hacer cualquier cosa menos prestarte atención? No pasea al ritmo que debe, te muerde la correa, ladra a otros perros, hace caca y pis donde no debe y tiene un comportamiento extrañamente enérgico.
La razón es que los perros, aunque sí es cierto que están preparados para vivir en convivencia armoniosa con humanos, no conocen todas las rutinas, costumbres y hábitos que necesitan para vivir en sociedad. La educación de un perro es algo de todos los días; en realidad, es como entrenar a un bebé.
Las razones son las mismas: tienes que integrar una rutina en su día a día, hacerte valer por encima de él y, aunque como hay que hacer con un bebé: hay que darle cariño pero sin ceder en lo que no se puede ceder. Un perro necesita normas y rectitud para ser feliz.
Al marcar reglas, se siente más cómodo, pues comprende el alcance de su libertad y cómo puede expresarse en ella. Si no tiene esto, estará continuamente echándote un pulso para ver hasta dónde puede llegar con lo que desea. Es decir, si quieres que te haga caso cuando le llamas, tienes que trabajar de forma integral su actitud.
No hay que olvidar que la educación es algo complejo, no se consigue de la noche a la mañana. Si tu perro te muerde es que ha llegado a un nivel de dominio sobre ti que hará que te sea imposible o muy difícil adiestrarlo tú. Este es el momento de contar con un etólogo especialista en cuidado canino.
Pero no siempre que te muerde cuando le llamas significa que está mal adiestrado. Hay otras situaciones en las que podría tener esta actitud:
Soltar a un perro en un parque o en la calle puede hacerse siempre que ambos espacios sean seguros para él y siempre que la educación que le hayas dado te garantice que te hará caso. No puedes soltar a un perro mal adiestrado de forma libre, porque podría causarse daño a sí mismo y a sus congéneres.
La frase: pero si es muy bueno o no muerde, no sirve. Tiene que hacerte caso y haber aprneido a respetar. Por ello, entrénalo primero en casa. Recuerda que hacerle obedecer no significa imponer la tiranía, sino iniciar una serie de juegos que le permitan aprender a obedecerte.
Juegos como dar la patita, darse la vuelta o sentarse son estupendos para los dos, porque
Sigue estos consejos para que esta pregunta se despeje de tu mente:
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