Da igual cómo lo llames: heces, mierdas, cacas… Es siempre asqueroso y muy poco salubre, sin embargo, es una realidad. Los perros se comen sus cacas, las de otros perros y las de los gatos. En este artículo te explicaremos por qué lo hace y cómo puedes evitar que esto ocurre.
Además, y esto es lo más importante, queremos advertirte de que es fundamental que lo hagas. Como seguro que entenderás sin que te digamos nada, estas heces contienen virus, bacterias y parásitos. Por cierto, si come cacas, su vómito olerá a caca.
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Lo primero es que entiendas que no puedes medir por el mismo rasero a un humano que a un perro. Te lo decimos porque no puedes reaccionar de la misma forma si ves a un niño comiendo caca que a un perro; y hemos visto a muchos cuidadores que reaccionan de la misma forma.
Para un perro, comer heces es algo natural, no es algo raro ni que vaya contra las normas de la sociedad. Tu perro se come las mierdas de otro perro, gato o humano (sí, hay humanos para todo) porque:
Estos son los cuatro motivos principales de por qué un perro se come sus heces propias o de otro perro. El principal es porque le huele a comida. El olfato de un perro es muy, muy sensible. Percibe cosas increíbles que a nosotros nos resultaría imposible. Una de esas cosas que detecta son los restos de comida que hay en esas cacas.
No todo lo que comemos llega a las heces en tal forma. En ocasiones hay trocitos de comida que no se han digerido bien o que no llegan del todo machacados. Tu perro los huele y corre a devorarlos. Es decir, no es que le guste la caca o su sabor, sino la comida que oculta ese excremento tirado en el suelo.
El motivo de que hagan esto es similar. La comida del gato tiene mucha proteína, que atrae a tu perro. Pueden quedar trozos sin digerir que le huela bien y que deseen comer. Por supuesto, tú no has de permitirle que lo haga. Para ello, recurre siempre al refuerzo positivo y no te enfades, él no entiende que haya hecho algo mal.
Además de por hambre, un cachorro se puede llegar a comer los excrementos propios o de otros perros por recuerdos de su madre. Así es, las mamis de los perritos tienen camadas muy grandes, y los cachorros hacen mucha caca. Como las madres saben instintivamente que hay bacterias en estas cacas, se las comen para que sus cachorros no las toques.
Pero claro, los hijos aprenden de las madres. Cuando las madres se separan de sus cachorros, estos han aprendido que comer heces está bien, y lo hacen. Este comportamiento desaparece al cabo de un tiempo, así que no te preocupes. Ten la casa siempre bien limpia, que hayan comido bien, y apártalos sin violencia de las cacas que no quieres que coman. No los regañes severamente porque no saben lo que están haciendo.
Hay otras dos situaciones por las que puede comer heces: por curiosidad y por juego. Pero sea por cualquiera de estas cuestiones, tienes que tomar una determinación y hacer las cosas bien. Si es un cachorro, lo mejor es tener la casa limpísima y vigilar siempre que vaya a comer una caca de la calle.
Apártalo con cariño, ten paciencia y prémialo cada vez que no va a por una caca. Tiene que aprender a reaccionar a tus negativas a través del premio por hacerlo, no por el castigo. No le pegues, usa refuerzo positivo. Si la come y vomita, y es un cachorro, ve al veterinario. Su sistema digestivo está débil y más vale prevenir que curar. Si es un adulto, puedes esperar unas horas, tenlo en ayuno a que se le tranquilice el estómago. Pero ante cualquier duda, usa nuestra app para consultas veterinarias online o ve a tu veterinario.
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